Ante el inminente inicio de la que será su cuarta campaña vinculado al Villarreal CF, Vicente Fuster Ruiz se ha mostrado muy ilusionado: una vez más, formará parte de un nuevo proyecto del club groguet, llevando las riendas de uno de los equipos benjamines (con edades comprendidas entre los 9 y los 10 años).
Al igual que en las tres anteriores temporadas, el técnico poblano tendrá a su disposición un grupo de jugadores a los que les deberá enseñar nuevos conceptos técnicos, tácticos, estratégicos…pero también incidirá en aspectos psicológicos y cognitivos para la formación adecuada de un buen futbolista.
“La mayoría de entrenadores no busca la formación de sus jugadores, tanto deportiva como personal, sino el camino hacia la victoria. Para mi, eso es un error que se produce a diario en las escuelas de fútbol base”, comenta Fragua. Para evitar incurrir en esta situación, el joven entrenador deberá hacer un análisis general de los jugadores, para estudiar sus características:
“Será entonces cuando me esforzaré en aprovechar al máximo las virtudes de cada jugador y trataré de eliminar los defectos de cada futbolista, tanto a nivel individual como en su aportación en el colectivo”, explica Fragua.
“Cuando preparo un entrenamiento, lo hago fijándome unos objetivos: quiero ayudar a progresar a cada jugador, fomentar su integración en el grupo, desarrollar su juego y mejorar su condición física. Además, los jugadores deben saber interpretar las circunstancias del juego, eligiendo la mejor opción en el lance del partido”, explica Vicente Fuster.
Después de una semana de entrenamientos, las primeras sensaciones del entrenador están siendo muy positivas: “Estoy muy contento con el nivel de los jugadores, los veo con ganas de aprender y muy motivados: todo eso favorece que se cree un clima positivo en el grupo, lo que me incentiva para preparar entrenamientos en los que puedo aportar nuevos conceptos, con un grado de dificultad mayor que los trabajados en años anteriores. Eso supone un reto importante, pero también es un aliciente poder transmitir tan pronto unos conceptos que harán que el grupo mejore de forma notable en muchas facetas del juego, pudiendo así interpretar el fútbol como si fueran adultos, lo que es una ventaja para jóvenes talentos como los que existen en mi equipo”, asegura Fragua.