El pasado 4 de marzo se cumplieron 2 años desde la salida de Vicente Fuster Ruiz de la Escuela de Fútbol del Villarreal CF, una etapa que el técnico poblano ha definido como “la más enriquecedora, desde el punto de vista deportivo, y la que me ha ayudado a tomar más claramente consciencia de cómo es el fútbol al máximo nivel”.
“He sido muy feliz en el Villarreal CF”, reflexiona ‘Fragua’. “Siempre he sido ambicioso, a la hora de marcarme objetivos deportivos… pero en el club ‘groguet’ me tuve que habituar a competir desde el principio por los objetivos más altos. Y no sólo eran deportivos, también se tenía que pulir el potencial de niños que podían tener potencial para tener una carrera en el fútbol profesional. Ese nivel de exigencia no lo he tenido ni antes ni después, aunque yo me lo he impuesto porque es el modo en que concibo el fútbol”, explica el entrenador poblano.
Durante su estancia en el club vila-realense, ‘Fragua’ dirigió a diferentes equipos del ‘submarino amarillo’ (Benjamín y Alevín) durante 6 temporadas. Ganó 2 torneos de liga y otros títulos en los que participó. Algunos de los que fueron sus pupilos siguen en el club, demostrando que su progresión con ‘Fragua’ les permitió seguir evolucionando futbolísticamente.
Luego llegó la partida de ‘Fragua’ hacia un exótico destino: Guatemala, en donde pasó 10 meses. “Fue una experiencia inolvidable. Allí descubrí una interpretación totalmente distinta del fútbol y la vida. No existía barrera idiomática, pero la mentalidad es diferente a la europea. Yo trabajé mucho en aspectos disciplinarios, en metodología del entrenamiento y en establecer unas rutinas para motivar a los jugadores y marcar unas metas importantes. Tras mi paso por la Academia Futeca, dirigí al Antigua GFC equipo filial sub-20. El equipo estaba último, en el Torneo de Apertura, y llegó a tener opciones de disputar el la Fase Final de dicho torneo, tras encadenar una buena racha. Estuvimos cerca, y con eso me quedo”.
“Soy un hombre optimista y me quedo siempre con lo bueno de cada experiencia. En Guatemala maduré mucho, entendí lo importante que es el trabajo psicológico y lograr establecer una empatía con el jugador. Cada uno tiene una forma de ser y el técnico debe lograr que cada futbolista dé lo mejor de sí mismo, gracias a una adecuada motivación. Además, vivir fuera de España me hizo crecer como persona. Fue una buena experiencia, que me aportó cosas importantes que aún hoy me son de utilidad”, concluye ‘Fragua’.